Darle una pastilla a tu gato puede parecer una misión imposible, pero con paciencia, planificación y las herramientas adecuadas, es más fácil de lo que parece. 

En esta guía, te explicamos paso a paso cómo darle una pastilla a un gato de manera efectiva, segura y minimizando el estrés tanto para ti como para tu gato.

Antes de administrar medicación a tu gato: preparación y consulta previa

  • Consulta con tu veterinario: antes de administrar cualquier medicación a tu gato, verifica si la pastilla puede triturarse, dividirse o mezclarse con alimentos. Algunas medicaciones tienen recubrimientos especiales o deben tomarse de una manera específica.
  • Prepara el entorno: elige un lugar tranquilo y asegúrate de tener todo listo, incluidas las herramientas que puedas necesitar (toalla, pastillero, comida).
  • Planifica tu enfoque:  decide si intentarás darle una pastilla a tu gato con comida o directamente con la mano.

Cómo darle una pastilla a un gato con comida: trucos y consejos efectivos

Esta es una de las formas más sencillas para dar una pastilla a un gato, siempre y cuando el animal esté dispuesto a comer.

Usa un alimento que no sea el habitual para administrar la medicación

Cuando decides camuflar una pastilla en comida, es importante evitar utilizar el alimento habitual de tu gato. Esto se debe a que los gatos pueden desarrollar una aversión al alimento con el que se mezcla la medicación, especialmente si el sabor o la textura de la pastilla altera la experiencia.

¿Por qué no debes usar su comida habitual?

  • Evita rechazos futuros: si tu gato asocia su comida regular con un sabor desagradable, podría rechazarla incluso cuando no tenga medicación mezclada.
  • Evita problemas con alimentos prescritos: en el caso de gatos que consumen un alimento especial por motivos médicos (como enfermedades renales, alergias o problemas gastrointestinales), es esencial que sigan comiendo su dieta específica sin rechazos.

Cómo darle una pastilla a un gato

¿Qué comida utilizar para darle una pastilla a un gato?

Para darle una pastilla a un gato, ofrecerle una comida diferente y muy apetecible para tu gato, como:

  • Una pequeña cantidad de atún enlatado en agua o aceite.
  • Un trozo de pollo cocido sin especias.
  • Queso crema o mantequilla.
  • Comida húmeda para gatos que no sea parte de su dieta habitual.

Productos diseñados para administrar pastillas

Si prefieres una solución diseñada específicamente para este propósito, existen en el mercado muchos productos especiales para dar pastillas a tu gato que pueden facilitar el proceso:

Snacks con agujero para pastillas: son golosinas suaves y sabrosas con un hueco en el centro donde puedes insertar la pastilla. Hay con relleno y de diferentes sabores,  su sabor atractivo anima al gato a comerla sin darse cuenta de que se está medicando. Sin embargo, no todos los gatos los aceptan; pero, si los tolera, es una de las formas más prácticas y eficaces para administrar el medicamento.

Qué pastillas darle a un gato

Otras recomendaciones 

  • Asegúrate de usar solo una pequeña porción del alimento o producto elegido para camuflar la pastilla, de forma que el gato la consuma completamente antes de darle su comida habitual.
  • Siempre verifica que los alimentos o productos sean seguros y aptos para gatos.
  • Consulta con tu veterinario si tienes dudas o necesitas orientación para elegir el mejor método o producto para tu gato.

Este enfoque minimiza el riesgo de rechazo a su alimento regular y facilita que la medicación sea ingerida con éxito. Recuerda que, si tienes dudas sobre qué alimentos son seguros para tu gato, puedes contactar con Balmesvet para recibir recomendaciones específicas.

 

Cómo darle una pastilla a tu gato directamente: técnicas y consejos prácticos

Si tu gato no acepta la medicación con comida, deberás dársela manualmente.

Cómo sujetar a tu gato para darle un medicamento:

  • En el suelo o sobre una superficie estable: usa una toalla para envolverlo si es muy inquieto.
  • Pide ayuda: es más fácil con dos personas; una sostiene al gato y la otra administra la pastilla.
  • Sujeción suave pero firme: asegúrate de controlar sus patas y mantener su cabeza en una posición estable.

Cómo administrar la pastilla:

  1. Sujeta la medicación entre tu pulgar e índice, asegurándote de tenerla preparada y lista para usar.
  2. Con la otra mano, sujeta suavemente la cabeza del gato desde los lados, inclinándola ligeramente hacia atrás para abrir el ángulo de la boca.
  3. Utiliza el dedo medio de la mano que sostiene la pastilla para abrir con cuidado la mandíbula inferior.
  4. Coloca la pastilla lo más atrás posible en el centro de la lengua, asegurándote de no lastimar al gato, y cierra su mandíbula con suavidad.
  5. Mantén la boca cerrada durante unos segundos y frota suavemente su garganta para estimular la deglución.
  6. Observa la señal de deglución, asegúrate de que el gato saque la lengua o haga el gesto de lamer, ya que esto indica que ha tragado la pastilla correctamente.
  7. Es importante darle agua con una jeringa para facilitar el paso de la pastilla por el esófago. 

Cómo darle una pastilla a un gato que se encuentra mal

Trucos adicionales para darle una pastilla a un gato 

Envolver la pastilla en papel de celulosa

Si tu gato tiene problemas para tragar la pastilla, envolverla en una fina capa de papel de celulosa (como papel higiénico) puede ser de gran ayuda.

¿Por qué funciona?

  • Evita el mal sabor: muchas pastillas se disuelven rápidamente en contacto con la saliva, lo que deja un sabor desagradable en la boca del gato. Esto puede provocar salivación excesiva y que el gato rechace la medicación. El papel actúa como una barrera temporal, permitiendo que el gato la trague sin percibir el sabor.
  • Dificulta que la escupan: algunas pastillas tienen un recubrimiento resbaladizo que facilita que el gato las expulse. Envolverlas con papel permite que las espinas de la lengua (papilas filiformes) del gato se enganchen en el papel, dificultando su expulsión.

Pastillas para gatos

Cápsulas de gelatina vacías

Otra opción eficaz para administrar medicación es utilizar cápsulas de gelatina vacías, que permiten introducir la pastilla dentro, ocultándola por completo.

¿Por qué funciona?

  • Oculta el sabor desagradable: si una pastilla tiene un sabor o textura que provoca rechazo, la cápsula actúa como una barrera, evitando que entre en contacto con la saliva y el paladar del gato.
  • Permite combinar varias pastillas: si tu gato necesita tomar más de una pastilla, puedes introducirlas en una sola cápsula, facilitando el proceso.
  • Admite medicación en polvo o líquida: en casos donde la medicación se presenta en polvo o líquida, la cápsula permite guardarla de manera segura y cómoda para su administración.
  • Facilita la administración: la cápsula puede lubricarse ligeramente con un poco de mantequilla o aceite, lo que hace que sea más fácil de tragar y reduce la posibilidad de que el gato la escupa.

Este método es especialmente útil para gatos sensibles al sabor de los medicamentos o cuando se deben administrar múltiples tratamientos de forma conjunta. No olvidar dar siempre agua después de que el gato la ingiera. 

Importancia de dar agua tras administrar la medicación

Cuando administras una pastilla a tu gato sin comida, no debes olvidar proporcionarle agua después. Este paso es imprescindible para ciertas medicaciones y recomendable para todas.

¿Por qué es importante?

Los gatos tienen una motilidad esofágica distinta, lo que puede hacer que la pastilla se quede atrapada en el esófago, provocando:

  • Malestar o irritación en el esófago.
  • Esofagitis, una inflamación dolorosa que puede complicarse.

¿Cómo dar agua después de la pastilla?

  1. Prepara una jeringa con agua, llénala con unos 5 ml. Usa una jeringa sin aguja, asegurándote de que el agua esté a temperatura ambiente para evitar molestias al gato.
  2. Administra el agua inmediatamente, coloca la jeringa suavemente en la comisura lateral de la boca de tu gato y aplica una ligera presión para que el agua entre de forma gradual.
  3. Observa la reacción de tu gato y asegúrate de que haya tragado correctamente tanto la pastilla como el agua antes de ofrecerle más líquido. Administrar agua de forma apresurada podría provocar atragantamiento o, en casos más graves, una neumonía por aspiración.

Herramientas que facilitan el proceso de administración de pastillas en gatos

  • Pastillero: útil para colocar la medicación en la parte posterior de la lengua de forma precisa y rápida.
  • Triturador de pastillas: permite pulverizar la medicación para mezclarla con alimentos o líquidos, siempre que la medicación lo permita. 
  • Cápsulas de gelatina: opción para camuflar pastillas y facilitar su administración. Permiten introducir uno o varios medicamentos en su interior, siempre que sea seguro combinarlos, y son especialmente útiles cuando se necesita administrar medicación en polvo o líquida, reduciendo el riesgo de que el gato perciba sabores desagradables.
  • Divisor de pastillas: facilita cortar la medicación en porciones, permitiendo ajustar las dosis de forma más precisa según las necesidades del gato. Es una herramienta útil para dividir las pastillas en las porciones exactas que le corresponden, asegurando una administración correcta y adaptada a cada caso.
  • Jeringa para el agua: ayuda a garantizar que la medicación baje correctamente por el esófago.
  • Papel de celulosa: envolver la pastilla en una pequeña capa de papel higiénico evita que se deshaga en la boca del gato, minimizando el mal sabor y facilitando que sea tragada al engancharse en las papilas de su lengua.

Cómo darle una pastilla a un gato

Por qué no se recomienda triturar la pastilla, diluirla en agua y administrarla con jeringa

Una práctica común utilizada por algunos cuidadores para administrar medicación a los gatos consiste en triturar la pastilla, diluirla en agua y administrar con una jeringa. Aunque puede parecer una técnica efectiva, en muchos casos no es recomendable.

¿Por qué no es una técnica ideal?

  1. Reacción del gato: al entrar en contacto con el sabor de la medicación diluida, muchos gatos reaccionan con una salivación excesiva que puede incluir espuma en la boca, lo que resulta desagradable tanto para el gato como para el cuidador.
  2. Pérdida de la medicación: debido a la espuma y la salivación, es difícil saber qué cantidad de la medicación ha sido realmente ingerida, lo que compromete la efectividad del tratamiento.
  3. No es apto para todas las medicaciones: algunas pastillas no deben triturarse ni mezclarse con líquidos, ya que esto puede alterar su efectividad o provocar efectos secundarios no deseados.

Antes de intentar este método, consulta siempre con tu veterinario. Si necesitas una alternativa más sencilla para administrar la medicación, como pastillas saborizadas, cápsulas de gelatina o técnicas de camuflaje con alimentos, tu veterinario podrá orientarte hacia la solución más adecuada para tu gato y su tratamiento.

Consejos finales para darle una pastilla a un gato

Sé paciente y mantén la calma. Los gatos son muy sensibles al estrés, por lo que un ambiente tranquilo y un enfoque pausado harán que el proceso sea más sencillo para ambos.

Si no logras que tu gato tome la medicación, no te preocupes. En Balmesvet, ofrecemos soluciones personalizadas que incluyen demostraciones prácticas, recomendaciones adaptadas a las necesidades de tu gato y alternativas para facilitar que se cumpla el tratamiento.

Darle una pastilla a tu gato no tiene por qué convertirse en una odisea. Con práctica, paciencia y los trucos adecuados, este desafío puede superarse con éxito, asegurando el bienestar de tu compañero felino.

En Balmesvet, la salud de tu gato y tu tranquilidad son nuestra prioridad. Estamos aquí para ayudarte en todo momento. Puedes visitarnos en calle Balmes 205, Barcelona, llamarnos al 931 173 173 o enviarnos un correo electrónico a atencioclient@balmesvet.com. Juntos encontraremos la mejor solución para cuidar de tu compañero felino.

Gato feliz y con buena salud

Compartir