La diabetes en el gato es una patología de índole endocrino muy común que se da, sobre todo, en gatos senior y mayores, aunque hay otros factores que influyen a la hora de padecerla.
En términos generales, la diabetes una enfermedad del metabolismo que se da tanto en las personas como en los animales y que se produce por un incremento de la glucosa, lo que se denomina hiperglucemia.
La causa de la diabetes felina puede deberse a un déficit de fabricación de insulina en el pancreas o también a que el organismo no es capaz de hacer uso eficiente de esa insulina.
Incidencia de la diabetes en el gato
Aunque según datos oficiales uno de cada doscientos gatos padece diabetes a lo largo de su vida, lo cierto es que sería más real decir que uno de cada cien gatos la padece. Esto es el doble de incidencia y la disparidad en las estadísticas se debe a que, como sucede en el caso de las personas, la mitad de los pacientes diabéticos veterinarios no están diagnosticados.
En muchos casos, las familias no se dan cuenta de la enfermedad de su mascota porque no llegan a identificar los síntomas. Lo ideal es hacer pruebas analíticas periódicas a los gatos mayores de ocho años, que es la edad a la que suele presentarse la enfermedad, para poder diagnosticarla y tratarla a tiempo.
Incluso en aquellos gatos que se someten a revisiones habituales, se podría detectar ya un proceso de prediabetes, momento en el que los niveles de glucosa en sangre comienzan a elevarse sin alcanzar aun los valores de diagnóstico pleno de la enfermedad. Se estima que uno de cada treinta gatos es prediabético.
Predisposición de los gatos a la diabetes
Hay distintos factores que pueden predisponer a un gato a desarrollar diabetes, tales como el sobrepeso o la obesidad, falta de actividad física, la administración de ciertos medicamentos, la edad, el sexo y también la raza.
Actualmente, podría decirse que el incremento de la incidencia de diabetes en el gato se debe, sobre todo, a que hay muchos más gatos con sobrepeso, a la inactividad física y también a que su esperanza de vida se ha incrementado. A medida que los gatos envejecen, aumenten sus posibilidades de ser diabéticos.
Dos de cada tres gatos diabéticos son machos. Esto se puede deber, por una parte, a que los machos tienen menor sensibilidad a la insulina. Por otra parte, la castración suele llevar aparejado un mayor sobrepeso y cambios en su metabolismo. Estos factores sumados hacen que los gatos machos tengan más posibilidades de desarrollar la enfermedad.
El sobrepeso en los gatos multiplica por cuatro las posibilidades de que nuestra mascota la desarrolle. La falta de ejercicio tiene como consecuencia que se produzca un aumento del peso y una disminución de la masa muscular. Esto acaba provocando una menor producción de insulina y una mayor resistencia a esta.
Tal es la relación entre obesidad y diabetes que, actualmente, ya hablamos de diabesidad y la consideramos una pandemia en gatos por su frecuencia.
Respecto a las razas de gatos con mayor predisposición a desarrollar diabetes, los más propensos son los gatos Burmés. Uno de cada cincuenta gatos de esta raza la padecen. Tambien los gatos de raza Azul Ruso, los Maine Coon o los Siameses tienen una probabilidad más alta de desarrollarla.
Tipos de diabetes en el gato
La diabetes puede estar causada por la acción de distintas enfermedades sobre el pancreas, lo que denominamos pancreatitis. Puede darse por la toxicidad de algunos medicamentos, como la cortisona, por patologías endocrinas que afectan al metabolismo de la glucosa, como el síndrome de Cushing o la acromegalia. Todas estas causas se engloban en el grupo “otros tipos de diabetes” y son una causa habitual de diabetes felina.
Aunque la gran mayoría de los gatos padecen diabetes de tipo II, que se caracteriza por la resistencia del organismo a la insulina. Y, aunque al inicio de este proceso el pancreas produce más insulina para compensarlo, llegado un momento deja de sintetizarla.
Los gatos también pueden sufrir diabetes de tipo I, de la que se han registrado muy pocos casos. En el caso de la diabetes tipo I en gatos, su causa es desconocida. En las personas, se desarrolla por una respuesta autoinmune, factor que no se ha podido demostrar todavía en el caso de los gatos.
La diabetes gestacional, sin embargo, que es muy común en las personas, no se da en los gatos.
Síntomas de la diabetes en el gato
La diabetes en el gato puede causar un gran número de signos clínicos. Los síntomas más habituales, de mayor a menor frecuencia son:
- Beber más agua
- Aumento en la frecuencia y cantidad de orina
- Pérdida de peso
- Apatía
En el caso de los gatos diabéticos es reseñable que uno de cada doce padece plantigradismo, es decir, apoya la totalidad de pie para caminar, en lugar de apoyar únicamente los dedos, como es natural en los gatos sanos.
Cómo se diagnostica la diabetes en el gato
El diagnóstico de la diabetes se realiza mediante un análisis de glucosa en sangre. Un valor por encima de los >180mg/dL se considera diabetes.
Hay que tener en cuenta que los valores de glucosa en sangre de nuestro gato suelen aumentar en situaciones de estrés, por eso es habitual que estén elevadas en su visita a la consulta veterinaria. Los niveles anormales de glucosa en gatos por estrés no suelen durar mas de tres horas y suelen oscilar entre los 146 y los 270mg/dL, aunque uno de cada cinco gatos puede superar estos registros y, en casos excepcionales, se ha llegado a mediciones de hasta 600mg/dL.
Para distinguir la hiperglucemia propia de la diabetes de estas situaciones puntuales de estrés, se puede realizar una prueba de glucosa en sangre que identifique los valores medios de los últimos siete días, lo que denominmos fructosamina. También se puede repetir la prueba pasadas las tres horas, cuando la situación del gato debería estar ya estabilizada.
Si el valor de la glucosa en condiciones de ayuno es superior a 117mg/dL de forma persistente, o si se sitúa entre 145-180mg/dL sin condiciones de ayuno, entonces es probable que el gato pueda sufrir prediabetes y debe hacerse una comprobación mediante una prueba de glucosa.
También debemos considerar que uno de cada cinco gatos mayores de ocho años que padecen obesidad son prediabéticos. Por tanto, es esencial realizar controles de glucosa en gatos mayores de 8 años con sobrepeso.
Tratamiento de la diabetes en gatos
Hay varios parámetros que debemos considerar a la hora de tratar la diabetes en gatos, pero lo primero que debemos tener en cuenta es que los gatos diabéticos van a necesitar la administración de insulina mediante una inyección subcutánea cada doce horas.
Además, el tratamiento de la diabetes en gatos incluirá:
- Dieta especial rica en proteínas y baja en carbohidratos
- Hábitos de ejercicio
- Reducción del estrés ambiental
- Retirada de cualquier tratamiento que contrarreste la acción de la insulina
- Tratar otras patologías relacionadas con la diabetes.
Si nuestro gato todavía no ha sido diagnosticado de diabetes, pero sabemos que está en fase de prediabetes, todavía no requerirá de la administración de insulina, pero sí precisará del resto de cuidados específicos anteriormente mencionados.
Además, es imprescindible realizar un control periódico de los niveles de glucosa para asegurarnos de que la prediabetes no desemboca en diabetes.
El principal objetivo del tratamiento de la diabetes es disminuir la sintomatología y conseguir que el gato tenga una buena calidad de vida.
En el caso de los gatos, con un tratamiento adecuado, la nutrición indicada y los controles correctos de los niveles de glucosa, también en el domicilio, es posible que la diabetes remita por completo. Cuanto mejor sea el control y seguimiento del gato, mejor se podrán ajustar los niveles de insulina para hacer mas eficaz el tratamiento. En el 70% de los gatos monitorizados de forma adecuada la diabetes acaba remitiendo.
Es esencial una buena comunicación entre veterinario y familia para proporcionar al gato una actuación médica personalizada y constante. Para nosotros, en Balmesvet Veterinaris, también es una prioridad la calidad de vida de los cuidadores. El tratamiento intensivo que requiere su gato puede conllevar un agotamiento a nivel mental y limitaciones en sus rutinas familiares, sociales y personales.
Por eso tratamos de que la relación y la comunicación entre el equipo veterinario y la familia que cuida al gato sean excelentes, ya que así, el efecto sobre la calidad de vida del gato diabético y sus familiares es muy positivo, y las probabilidades de remisión de la diabetes son mucho más altas.
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