La llegada de un bebé a la familia es un momento emocionante pero también lleno de cambios que nos afectarán a todos, especialmente a nuestra mascota. Y, como todos los cambios en las rutinas, para nuestras mascotas esta puede ser una experiencia estresante si no las preparamos adecuadamente.

Pero hay muchas cosas que podemos hacer para asegurar una transición suave y exitosa para todos y, al final, mascota y bebé se acabarán adorando. 

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Además, en el Servicio de Etología Veterinaria de Balmesvet Veterinaris en Barcelona podemos asesorarte en tu caso concreto para que este proceso sea todavía mucho más sencillo. No olvidemos que cada mascota es diferente por lo que es importante prestar atención a las necesidades individuales de cada caso. 

Aquí te damos sólo unas líneas generales a seguir, tanto para perros como para gatos que se enfrentan a la situación de tener un nuevo bebé a bordo.

Entrena a tu mascota para la llegada de tu bebé

Antes de la llegada del bebé, es importante que tu mascota esté bien entrenada y sea capaz de obedecer comandos básicos. Esto ayudará a establecer límites claros y a garantizar la seguridad tanto del bebé como de la mascota

En este artículo hablamos de animales que no presentan ningún tipo de problema de conducta y están perfectamente educados y socializados. 

Los bebés vienen con muchas novedades que a nuestro perro y sobre todo a nuestro gato pueden no gustarles. Por ejemplo, habrá muchos sonidos y objetos nuevos que podrían desconcertarlos. 

Por eso, antes de la llegada del bebé, es bueno que introduzcas a tu mascota a estos nuevos estímulos. 

Puedes, por ejemplo, reproducir gradualmente en casa alguna grabación de llantos de bebés para que se acostumbren. Igual que puede ser bueno que huelan productos para bebés como lociones o polvos, para que a tu mascota le resulten familiares. Esto ayudará a reducir una parte del impacto del cambio cuando el bebé esté en casa. De este modo, cuando llegue, podremos centrarnos más en la interacción directa mascota – bebé

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También es bueno que tu perro y tu gato puedan explorar los nuevos espacios y objetos del bebé. Deja que se acerquen a la cuna, al cochecito para que se familiaricen con ellos, pero enséñales también los límites necesarios en las zonas que en un futuro puedan estar prohibidas para ellos. 

Cualquier otro cambio que puedas prever en la rutina de tu mascota antes de la llegada de tu bebé, trata de establecerla con anticipación suficiente, ya que así reducirás el impacto del cambio repentino y favorecerás su adaptación. Esto te puede valer, por ejemplo, si modificas sus horarios de comidas o de paseos. 

Supervisa las primeras interacciones entre tu mascota y tu bebé

El manejo entre gatos y bebés y perros y bebés puede ser distinto. En principio, consideramos que los perros pueden ser más peligrosos, sobre todo por su tamaño, pero no olvidemos la dificultad que tienen los gatos para acostumbrarse a los cambios, algo que puede acabar incluso en un trastorno conocido como neofobia

Bebés y gatos

Lo más normal es que cuando el bebé llegue a casa el gato sienta curiosidad y miedo a partes iguales, pero lo que no debemos hacer en ningún caso es encerrar al gato en una habitación aparte para evitar y esconder estas sensaciones.

En cuanto lleguéis a casa, deja que el gato se acerque al niño cuando él lo desee, y acarícialo con tranquilidad, evitando el nerviosismo, para que él también se sienta bienvenido y lo más cómodo posible en esta nueva situación. Lo más normal es que nuestro gato se asuste las primeras veces, pero lo único que hará será correr a esconderse. 

Si esto sucede, deja que lo haga y que se refugie en un lugar donde se sienta seguro. Con el tiempo, el gato se acabará acostumbrando al bebé. 

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Porque ya sabemos aquello de que la curiosidad mató al gato y, esta hará que él mismo sea el que acabe haciendo múltiples intentos para acercarse al bebé. Querrá saber qué es lo que pasa exactamente en su hogar y debemos permitir que lo haga, aunque siempre bajo nuestra supervisión, por supuesto. 

Es posible que el gato llegue a bufar, pero eso también es normal y dejará de hacerlo con el tiempo. Es más, lo único que debería preocuparnos es que se tome un exceso de confianza y se siente o se tumbe encima del bebé cuando este es todavía demasiado pequeño. Si esto sucede, debemos retirarlo inmediatamente con cuidado. 

A medida que el bebé vaya creciendo, deberemos hacer una supervisión a la inversa, y evitar que le tire de la cola, de los bigotes o de las orejas al gato, ya que le puede hacer mucho daño y nuestro gato podría establecer una relación negativa con él.

Bebés y perros

El caso de los bebés y los perros, cómo presentarlos es muy importante para la evolución posterior de su relación. Aquí el comportamiento de los adultos con los que está acostumbrado a interactuar nuestro perro será capital, ya que a veces somos nosotros mismos los que provocamos situaciones en las que los hacemos sentir incomodidad o tensión. Por ejemplo, no debemos acercar nunca al perro al bebé sino, desde una posición de tranquilidad debe ser el perro el que se acerque cuando se sienta cómodo para hacerlo. Eso sí por supuesto siempre con la máxima supervisión y cuidado. 

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En general, los perros se adaptarán de un modo mucho más rápido a la nueva situación y la mayoría de ellos se muestran enseguida encantados con el nuevo miembro de la familia. Eso sí, asegúrate siempre de observar atentamente su comportamiento y de reforzar las conductas positivas del perro hacia el bebé con elogios y premios. 

Reserva tiempo y espacio para tu perro y tu gato

Es natural que, con la llegada de tu bebé, tus prioridades cambien. Sin embargo, es fundamental asegurarse de que nuestra mascota siga disfrutando con nosotros de tiempo suficiente y de atención de calidad. 

Los perros y los gatos también son celosos, por eso es muy importante que te asegures de establecer una rutina diaria para jugar, acariciar y pasear a tu mascota como has hecho siempre. De este forma, se sentirá querida y cuidada, lo que disminuirá la posibilidad de que desarrolle comportamientos no deseados debido a la falta de atención. 

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No olvides continuar estimulando a tu mascota para que haga ejercicio de manera habitual. Una mascota cansada es una mascota feliz. Que sigas paseándolos o jugando con ellos les ayuda a liberar energía acumulada y a prevenir comportamientos destructivos. 

También es muy importante para nuestras mascotas disponer de un espacio seguro y tranquilo al que puedan retirarse cuando necesiten descansar o pasar tiempo a solas. Configura una zona en tu hogar con su cama y sus juguetes donde pueda relajarse sin ser molestada. Esto ayudará a evitar situaciones estresantes y proporcionará un refugio para tu perro y tu gato en los momentos de más movimiento en casa. 

No olvidemos, por otra parte, que, a medida que nuestro bebé se vaya haciendo mayor, también debemos educarlo para que trate a las mascotas con el máximo cariño, respeto y cuidado. 

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