Los glucocorticoides son fármacos ampliamente utilizados en la medicina veterinaria para el tratamiento de diversas enfermedades inflamatorias y autoinmunes. A pesar de su eficacia, uno de los efectos adversos más destacables es la influencia que pueden tener en la conducta de los perros. Este blog explora cómo estos medicamentos pueden afectar el comportamiento de tu perro y qué estrategias puedes implementar para ayudarlo a gestionar estos cambios.
Efectos de los glucocorticoides en la conducta de los perros
Los perros tratados con glucocorticoides, ya sea de forma aguda o crónica, suelen experimentar un aumento del estrés general. Este estrés se manifiesta con una serie de cambios conductuales, entre los cuales destacan:
- Aumento del miedo: los perros pueden mostrar una mayor tendencia a sentir miedo o ansiedad ante situaciones que antes no les causaba ninguna molestia.
- Reducción del umbral de reacción: los perros bajo tratamiento pueden reaccionar de manera más intensa y rápida ante situaciones que perciben como amenazadoras o molestas.
- Conductas agresivas: uno de los efectos más preocupantes es la aparición de conductas agresivas, especialmente en presencia de comida. Los glucocorticoides pueden incrementar el apetito del perro y hacer que la comida se convierta en un recurso extremadamente valioso, lo que puede desencadenar agresividad.
Cómo ayudar a tu perro durante el tratamiento
Si tu perro está recibiendo un tratamiento con glucocorticoides, es importante que estés preparado para gestionar estos posibles cambios conductuales. A continuación, te detallamos algunas medidas que pueden ayudar:
- Reducir el estrés ambiental: minimiza los estímulos que puedan generar estrés en tu perro. Una manera efectiva de hacerlo es establecer rutinas diarias consistentes, que ayuden a incrementar la predictibilidad del entorno. Los perros se sienten más seguros cuando saben qué esperar en su día a día.
- Actividades para dispersar el estrés: proporciona a tu perro juguetes dispensadores de comida y objetos para morder. También puedes realizar ejercicios de olfateo, tanto en casa como en el exterior. Este tipo de actividades no solo estimulan mentalmente a tu perro, sino que también ayudan a reducir el estrés acumulado. Además, estas actividades pueden reducir el vínculo excesivo con el tutor, ya que no dependen directamente de su presencia.
- Evitar situaciones de confrontación: los perros bajo tratamiento con glucocorticoides son especialmente sensibles a situaciones de confrontación o frustración. Intenta evitar estas situaciones y proporciona a tu perro espacios donde pueda estar tranquilo y relajado.
- Potenciar momentos de tranquilidad: es importante respetar los momentos de descanso de tu perro. Evita molestarlo cuando duerme o está relajado. En momentos de calma, los masajes suaves pueden ayudar a reducir el estrés y fomentar un estado de relajación.
El tratamiento con glucocorticoides puede ser necesario para la salud de tu perro, pero también puede conllevar cambios significativos en su conducta. Es fundamental ser consciente de estos posibles efectos y tomar medidas para ayudar a tu perro a gestionar el estrés y evitar situaciones que puedan desencadenar agresividad o ansiedad. Si tienes alguna pregunta o necesitas asesoramiento, no dudes en consultar con tu veterinario. En Balmesvet, estamos aquí para ayudarte a garantizar el bienestar de tu perro durante todo el proceso de tratamiento.
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