¿Los gatos pueden presentar alergias como los perros y las personas? La respuesta a esta pregunta es sí. ¿hay diferencias? Entonces, ¿Qué debo hacer si vivo con un gato con alergia?
Al igual que las personas y los perros, el sistema inmunológico de los gatos también pueden reaccionar de forma exagerada a ciertos elementos del ambiente. Los llamamos alérgenos, como determinados alimentos, insectos, elementos estacionales -polen o plantas-, pueden manifestarse causando alteraciones dermatológicas -a nivel de la piel-.
Clasificación y síntomas de la alergia en el gato
Se trata de la misma clasificación que encontramos en el perro. Es la siguiente:
- Alergia a la picadura de pulga o mosquito.
- Alergia alimentaria
- Alergia ambiental. También conocida como Síndrome atópico felino.
Encontramos diferencias en los síntomas dermatológicos de alergias entre perros y gatos. En el gato encontramos cuatro patrones de alergia, que pueden aparecer bien delimitados o bien en combinación en el mismo gato. A continuación los describimos para que puedas detectarlos.
Lesiones en cara y cuello
El denominado Patrón cérvico-facial. Son gatos con lesiones de rascado por la zona de la cara y alrededor del cuello. En algunos casos se acompaña de falta de densidad de pelo, heridas o costras (por el mismo efecto de la autorrascado).
Es el más común y lo vemos en un 59% de los gatos que vienen a visitarse por alergias.
Picores a ambos lados
El Patrón de alopecia simétrica autoinducida. Es decir, gatos que presentan picor a ambos lados del cuerpo, y para calmarlo, insisten en el lamido de estas áreas. El resultado son gatos con falta de pelo en los lados, acompañado, o no, de heridas. Se observa en el 52% de los gatos alérgicos.
Granitos o dermatitis
Un patrón único en la especie felina. Los gatos que lo padecen presentan granitos pequeños y rojos generalmente en la zona facial o a lo largo de la parte del dorso del tronco. Suele estar asociado a la alergia a la picadura de pulga o mosquito. Afecta al 35% de los gatos alérgicos.
Heridas
Llamado Complejo del granuloma eosinofílico. Es muy diferente a los otros patrones ya mencionados. En este caso el gato afectado por el granuloma eosinofílico presenta heridas más marcadas, que pueden ir desde la aparición de llagas/úlceras en la boca, a heridas que típicamente aparecen detrás de las extremidades posteriores o en la barbilla. Siendo el patrón menos frecuente, lo observamos en el 25% de los gatos con signos de alergia dermatológica.
La mitad de los gatos que acuden a una consulta veterinaria por alergia presentan una combinación de los patrones mencionados, aunque pueden haber ciertas variaciones en función del tipo de alergia que presenten. De todas maneras, el rasgo común de todos ellos es el picor intenso que sufren, pero no siempre es fácil de reconocer.
A diferencia de los perros, que se rascan con la pata trasera, se revuelcan o incluso es muerden por rascarse, los gatos pueden utilizar el lamido por aliviar esta molesta sensación. Esto hace que puedan pasar fácilmente desapercibidos, ya que es más sutil y, consecuentemente, los síntomas en la piel del gato con alergia van en aumento a medida que pasa el tiempo.
¿A qué edad se diagnostica?
Otro dato importante es que la edad de aparición de los primeros signos de alergia. Este es muy variable, ya que se inicia desde los 6 meses a los 15 años de edad.
Según un estudio reciente el 72% de los gatos alérgicos comienzan a presentar signos antes de los 3 años, y sólo un 12% posteriormente a los 6 años de edad.
En los gatos no se ha observado que exista una predisposición genética para las alergias, como sí ocurre en el perro. Esto puede deberse a que hay muy pocos gatos de raza comparado con los gatos domésticos de raza común (conocidos como comunes europeos), o porque en muchos gatos la patología es difícil de reconocer en casa. Se sospecha que la raza Abisinia podría ser una raza predispuesta genéticamente, ya que aparece con frecuencia entre los gatos alérgicos estudiados en la literatura científica.
¿Qué hago si tengo un gato con alergia?
Consejos
Os facilitamos algunas medidas y consejos pe poder reducir la exposición de nuestros gatos a los alérgenos, a fin de tratar de disminuir los síntomas:
- Desparasitación regular, interna y externa. Con pipeta o en comprimidos. (siempre consulta antes a tu veterinario o especialista en dermatología veterinaria).
- Cuida el ambiente. En el caso de gatos con alergias a los ácaros es importante ser muy rigurosos con la limpieza. Por ejemplo, los cambios de fundas de cojines, de su camita, etc.
- Fármacos. Algunos gatos pueden requerir de fármacos para controlar picores. (Ultram) Recuerda, siempre es muy básico que la medicación esté supervisada por tu veterinario.
- Mantenimiento de las orejas limpias.
De todas maneras, si tomas estas medidas y tu gato sigue mostrando algunos de los síntomas descritos, es muy importante que contactes con tu veterinario para identificar el tipo de alergia y así poder ofrecerle el tratamiento personalizado adecuado. Según el caso, algunos gatos pueden requerir de un cambio específico en su dieta, medicación o tratamientos más específicos como la inmunoterapia.
Ten en cuenta que la alergia en los gatos no tiene cura, pero es importante controlarla para poder mantener una buena calidad de vida.
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