Una hernia discal es una patología que puede afectar tanto a perros como a gatos, alterando su calidad de vida y generando síntomas desde dolor moderado hasta parálisis. En este artículo, te explicamos en detalle qué es una hernia discal, sus causas, los signos clínicos más comunes, las herramientas diagnósticas disponibles y las opciones de tratamiento más efectivas. Si eres cuidador de un perro o un gato, esta guía te ayudará a identificar señales de alerta y a entender cómo puedes actuar para proteger la salud de tu compañero felino y canino.


¿Qué es una hernia discal en perros y gatos?

Primero deberíamos saber que el disco intervertebral que está formado por un anillo fibroso y un núcleo pulposo, juega un papel fundamental en la movilidad y estabilidad de la columna vertebral. Actúa como un amortiguador entre las vértebras, absorbiendo impactos y permitiendo movimientos flexibles sin dañar la columna. Sin embargo, cuando este sufre alteraciones, puede dar lugar a una patología conocida como hernia discal, que afecta tanto a perros como a gatos.

Una hernia discal ocurre cuando parte del disco intervertebral se desplaza hacia el canal vertebral, provocando compresión en la médula espinal o las raíces nerviosas. Esto puede causar dolor intenso, dificultad para moverse y en algunos casos parálisis parcial o total en el paciente canino y felino. Esta condición puede afectar gravemente la calidad de vida del perro o del gato y necesita ser diagnosticada y tratada a tiempo.

Hernia discal en perros y gatos: síntomas, tratamiento y pronóstico


Incidencia y predisposición de hernia discal según la especie

  • Perros: las hernias discales representan el 2.02% de todas las enfermedades diagnosticadas. Las más comunes afectan la región toracolumbar.
  • Gatos: su incidencia es menor, del 0.12%, siendo más frecuentes en el área lumbar caudal.


En perros, la degeneración discal, es decir,
el desgaste progresivo del disco intervertebral, es un factor determinante que predispone a la aparición de hernias discales. Existen dos tipos principales de degeneración:

  • Metaplasia condroide: asociada a factores genéticos en razas condrodistróficas como teckels o bulldogs franceses. Se caracteriza por una pérdida del contenido acuoso del núcleo pulposo, comenzando desde los 2 meses de edad.
  • Metaplasia fibroide: relacionada con la edad y observable en todas las razas. Implica una degeneración del anillo fibroso y una colagenización fibrosa del núcleo pulposo.


Tipos de hernias discales en perros y gatos

Se han descrito siete tipos de hernias discales, cada una con características clínicas y fisiopatológicas específicas. Estas clasificaciones ayudan a los veterinarios a determinar el tratamiento más adecuado según la situación de cada animal:


1. Hernia discal Hansen tipo I (extrusión discal)

  • Qué ocurre: parte del núcleo del disco intervertebral se rompe y se desplaza hacia el canal vertebral.
  • Razas comunes: Teckels, bulldogs franceses y otras razas predispuestas genéticamente.
  • Síntomas: aparición repentina, empeoramiento rápido y dolor intenso en la espalda.


2. Hernia discal Hansen tipo II (protrusión discal)

  • Qué ocurre: el disco intervertebral sobresale hacia el canal vertebral sin romperse completamente, debido a un deterioro progresivo.
  • Casos comunes: perros mayores de cualquier raza.
  • Síntomas: desarrollo lento, aunque puede empeorar de forma repentina.


3. Extrusión aguda no compresiva de núcleo pulposo

  • Qué ocurre: por un aumento súbito de presión, el núcleo pulposo es expulsado sin llegar a presionar la médula.
  • Síntomas: aparición rápida, pero no progresiva; menos graves que otros tipos.


4. Extrusión aguda de núcleo pulposo hidratado

  • Qué ocurre: un núcleo sano se desplaza de manera súbita hacia el canal vertebral.
  • Síntomas: aparición muy rápida, afectando más a un lado del cuerpo (asimetría).


5. Extrusión intradural/intramedular

  • Qué ocurre: el núcleo del disco se introduce en la médula espinal, provocando un daño severo.
  • Síntomas: parálisis o déficits neurológicos graves; rara pero grave.


6. Extrusión con hemorragia epidural extensa

  • Qué ocurre: el desplazamiento del núcleo causa una hemorragia alrededor de la médula espinal.
  • Síntomas: grave y de progresión rápida; requiere atención urgente.


7. Extrusión traumática

  • Qué ocurre: un golpe fuerte o accidente desplaza el disco intervertebral.
  • Síntomas: dolor intenso y parálisis repentina; común en caídas o traumas.


¿Cómo identificar problemas en la columna de tu mascota?

Cómo curar a un perro

Los signos clínicos de una hernia discal en perros y gatos pueden variar según la gravedad y la localización de la lesión. Aquí te dejamos una lista de los síntomas más comunes que pueden ayudarte a identificar un problema en tu perro o gato:

En perros:

  • Cambios en la postura: espalda arqueada o posición encorvada.
  • Dificultad para caminar: puede arrastrar una o varias patas.
  • Dolor al tocar ciertas áreas de la espalda: el perro puede quejarse o intentar evitar el contacto.
  • Pérdida de coordinación: movimientos torpes o inestabilidad.
  • Parálisis parcial o total: dificultad para mover las patas traseras o todas las extremidades.
  • Incontinencia: pérdida de control de la orina o las heces.
  • Letargo o disminución de actividad: el perro puede evitar moverse por miedo al dolor.
  • Ladridos o gemidos constantes: relacionados con el dolor.
  • Dificultad para defecar: puede tener problemas para adoptar la postura adecuada debido al dolor en la columna o la debilidad en las patas traseras. También puede mostrar esfuerzo excesivo o evitar defecar por completo, lo que lleva a estreñimiento.

En gatos:

  • Dificultad para saltar o escalar: especialmente a lugares altos.
  • Reducción en la actividad física: el gato puede preferir quedarse quieto o escondido.
  • Postura anómala al caminar: espalda arqueada o movimientos rígidos.
  • Vocalizaciones inusuales: maullidos de dolor al intentar moverse o ser manipulado.
  • Evitar el contacto físico: especialmente en la región lumbar o dorsal.
  • Problemas para usar el arenero y dificultad para defecar: El dolor o la limitación de movimiento pueden dificultar que el gato entre o salga del arenero, llevándolo a orinar o defecar fuera. También puede evitar usarlo por el malestar al adoptar la postura para defecar, lo que puede causar retención fecal, esfuerzo excesivo o estreñimiento.
  • Limpieza reducida: pueden dejar de acicalarse debido al dolor.


Si detectas cualquiera de estos signos en tu perro o gato, no dudes en buscar
atención veterinaria especializada de inmediato. Una evaluación temprana es clave para prevenir complicaciones y asegurar el bienestar de tu mascota. El servicio de Neurología de Balmesvet está enfocado para diagnosticar y tratar problemas del sistema nervioso en perros y gatos, ofreciendo atención especializada y personalizada. Nuestro equipo cuenta con tecnología avanzada y amplia experiencia para abordar desde patologías comunes hasta casos complejos, siempre con el objetivo de mejorar la calidad de vida de tu mascota.

Grados de afectación motora en perros y gatos

Gato enfermo

Los
problemas motores causados por una hernia discal en perros y gatos afectan la capacidad de movimiento de tu mascota y pueden variar según la localización y la gravedad de la lesión. A continuación, te explicamos los términos más comunes de manera sencilla:

Paraparesia

  • Qué es: reducción parcial de la movilidad en las patas traseras.
  • Cómo se manifiesta:
    • Arrastra las patas traseras.
    • Dificultad para levantarse o caminar.
    • Marcha inestable, con caídas frecuentes.

Tetraparesia

  • Qué es: reducción parcial de la movilidad en las cuatro patas.
  • Cómo se manifiesta:
    • Debilidad o torpeza generalizada.
    • Marcha lenta e insegura con pérdida de equilibrio.
    • Más frecuente en perros que en gatos.

Paraplejia

  • Qué es: pérdida completa de la función motora en las patas traseras.
  • Cómo se manifiesta:
    • Incapacidad para mover o sostener el peso en las patas traseras.
    • Arrastra las patas traseras para desplazarse.
    • Puede presentar incontinencia urinaria o fecal.

Tetraplejia

  • Qué es: pérdida completa de la función motora en las cuatro patas.
  • Cómo se manifiesta:
    • Incapacidad total para moverse o mantenerse en pie.
    • Ausencia de respuesta a estímulos en las extremidades.
    • Asociada a lesiones en la región cervical alta (cuello).


Clasificación según la localización de la lesión de la hernia discal en perros y gatos

La gravedad y los síntomas de una hernia discal dependen de la región de la columna vertebral afectada. Aquí te explicamos cómo se clasifican las lesiones y cómo afectan a tu mascota:

C1-C5 (cuello alto)

  • Afecta: las primeras vértebras cervicales.
  • Síntomas: debilidad o parálisis en las cuatro patas, reflejos normales o aumentados, rigidez y dolor en el cuello.

C6-T2 (cuello bajo)

  • Afecta: la transición entre el cuello y el tórax.
  • Síntomas: debilidad en patas delanteras con reflejos disminuidos, patas traseras con reflejos normales o aumentados, y dificultad para caminar.

T3-L3 (toracolumbar)

  • Afecta: zona entre el tórax y el abdomen.
  • Síntomas: debilidad o parálisis en patas traseras, reflejos normales o aumentados y dolor en la espalda.

L4-S3 (lumbo-sacra)

  • Afecta: parte baja de la espalda, cerca de la pelvis.
  • Síntomas: debilidad o parálisis en patas traseras, reflejos reducidos o ausentes, incontinencia urinaria o dificultad para defecar.

Hernia discal en perros y gatos: síntomas, tratamiento y pronóstico


Diagnóstico de hernia discal en perros y gatos: pasos clave y técnicas avanzadas

El diagnóstico de una hernia discal se realiza en dos fases principales:

  1. Examen físico y anamnesis: esta etapa incluye la evaluación clínica del paciente y la recopilación de información detallada proporcionada por los cuidadores sobre su comportamiento y los síntomas observados.
  2. Pruebas diagnósticas avanzadas: incluye el uso de técnicas de imagen para confirmar el diagnóstico y descartar otras patologías.


Identificar que el problema del animal tiene un origen espinal y no está relacionado con otras patologías que puedan presentar signos clínicos similares, como trombos aórticos o problemas de cadera, es el primer paso en el proceso de diagnóstico. Este paso inicial es fundamental para determinar el tratamiento adecuado y asegurar el bienestar del paciente.


Examen físico y neurológico

Para confirmar el origen espinal, es esencial realizar un examen exhaustivo que incluya:

  • Examen físico y ortopédico: permite descartar otras causas de los síntomas observados.
  • Examen neurológico: este examen debe incluir varios aspectos clave.
    • Evaluación del estado mental y el comportamiento del animal.
    • Observación de la postura y la marcha.
    • Valoración de las reacciones posturales y los reflejos espinales.
    • Exploración de los nervios craneales y el reflejo cutáneo del tronco.
    • Detección de hiperestesia espinal (dolor al palpar la columna).


Con estos datos, es posible localizar la lesión en el sistema nervioso. Al combinar esta información con un enfoque completo y una anamnesis detallada (información proporcionada por los cuidadores sobre el comportamiento y los síntomas recientes), se puede establecer un listado de diagnósticos diferenciales.


Pruebas de imagen

Una vez realizada la evaluación inicial, se emplean pruebas de imagen para confirmar el diagnóstico de hernia discal en perros y gatos:

  • Radiografías: son pruebas diagnósticas simples sin necesidad de anestesia general. Son útiles por tanto en pacientes que han sufrido traumatismos, para tener una valoración inicial. En ellas podemos ver lesiones vertebrales y óseas, y podemos ver cambios orientativos de hernia discal, pero no suelen arrojar un diagnóstico definitivo.
     
  • Mielografía: consiste en realizar radiografías tras la administración de contraste en el espacio subaracnoideo bajo anestesia general. En base a la atenuación o desviación de las líneas de contraste, permite clasificar lesiones en función del patrón observado (extradural, intradular/extramedular, intramedular). De esta forma se logra localizar la lesión con más precisión que con radiografías simples. Dicho procedimiento implica riesgo derivado del contraste y su aplicación (inflamación y empeoramiento transitorio del cuadro, convulsiones, infección, hemorragia…).
     
  • TAC y mielo TAC: permiten identificar compresiones discales con precisión, siendo el mielo TAC (realizado tras una mielografía) particularmente útil. Es una prueba de corta duración que se realiza bajo anestesia general.
     
  • Resonancia magnética: es una prueba de imagen avanzada que se distingue por su alta precisión para diferenciar todos los tipos de hernias discales, ya que puede valorar el estado de hidratación del núcleo pulposo. Se realiza bajo anestesia general, siendo una prueba que requiere más tiempo de realización.


¿El tratamiento quirúrgico de una hernia discal es siempre necesario?

Mascota en el veterinario

Existen dos principales enfoques terapéuticos según la gravedad de la hernia discal en perros y gatos: el tratamiento conservador/médico y el quirúrgico.

1. Tratamiento conservador/médico:

Este enfoque es ideal para casos menos graves. Incluye:

  • Administración de medicamentos:
    • Antiinflamatorios para reducir la inflamación medular.
    • Analgésicos para aliviar el dolor.
  • Reposo estricto:
    • El animal debe limitar su actividad durante 4 a 6 semanas para evitar agravar la lesión.
  • Rehabilitación en casos específicos:
    • Ayuda a fortalecer los músculos y a recuperar la movilidad.

Objetivo principal:

  • Reducir la inflamación.
  • Permitir que el anillo fibroso cicatrice.
  • Facilitar la deshidratación y reabsorción del núcleo pulposo, disminuyendo así la compresión medular.

2. Tratamiento quirúrgico:

Es el procedimiento recomendado para casos más graves o cuando el tratamiento conservador no da resultados.

  • Procedimiento quirúrgico:
    • Consiste en la descompresión de la médula espinal afectada.
    • Las técnicas varían según la ubicación y gravedad de la hernia:
      • Slot ventral.
      • Hemilaminectomía.
      • Laminectomía dorsal.
      • Corpectomía.
  • Riesgos asociados:
    • Sangrados durante la cirugía.
    • Infecciones postquirúrgicas.
    • Lesión medular iatrogénica.
  • Recuperación postquirúrgica:
    • El tiempo promedio de recuperación es de dos meses, aunque puede extenderse hasta seis meses en algunos casos.
    • Tras el reposo inicial, es fundamental realizar rehabilitación para una recuperación más rápida y completa.


La cirugía debe siempre considerarse en los casos en los que existe compresión medular, exceptuando la extrusión aguda de núcleo pulposo hidratado debido a que al tratarse de disco no degenerado, con el tiempo se absorberá.

Ambas estrategias requieren un seguimiento veterinario constante para evaluar el progreso y ajustar el tratamiento según las necesidades del animal.


Pronóstico de las hernia discal en perros y gatos: tasas de éxito y recuperación según el tratamiento

Mi perro se encuentra mal

El pronóstico
depende del tipo de hernia y de la gravedad de los signos clínicos: 

  • Dolor espinal con paraparesia ambulatoria: el éxito del tratamiento médico es del 80%, mientras que el quirúrgico alcanza el 98%.
  • Paraparesia no ambulatoria: el tratamiento médico tiene un éxito del 81%, mientras que el quirúrgico llega al 93%. Sin embargo, el grado de recuperación con tratamiento médico suele ser menor.
  • Paraplejia con sensibilidad profunda: el tratamiento médico presenta un éxito del 50-60%, mientras que el quirúrgico asciende al 93%. En este caso, la recuperación con tratamiento médico es más lenta y menos completa.
  • Paraplejia sin sensibilidad profunda: el éxito del tratamiento médico es del 10-20%, mientras que el quirúrgico alcanza el 50-60%. Es importante tener en cuenta que el éxito quirúrgico se reduce si han pasado más de 48 horas desde la presentación de los síntomas.


En las protrusiones discales, el éxito del tratamiento quirúrgico es del 70%, frente al 30% que se observa con el tratamiento conservador.

Aparte de la resolución de la patología, también se debe tener en cuenta que las hernias discales tratadas con tratamiento conservador tienen un mayor porcentaje de recidivas.

No debemos olvidar que existe un 30% de probabilidad de futuras hernias discales en un paciente que ya ha sufrido una.

Prevención de hernia discal en perros y gatos: consejos clave para reducir el riesgo en perros y gatos

Aunque no es posible evitar completamente las hernias discales, existen medidas preventivas que reducen el riesgo. Mantener al animal en su peso ideal y fomentar una actividad física moderada y constante son factores clave:

  • Control del peso: esencial para disminuir la carga sobre la columna.
  • Actividad física moderada: evita ejercicios explosivos o de alto impacto.
  • Condroprotectores: aunque no son efectivos para discos intervertebrales, sí lo son para articulaciones sinoviales.


Especialidad de Neurología en Balmesvet

Las hernias discales son una condición compleja que requiere un diagnóstico preciso y un tratamiento personalizado para mejorar la calidad de vida de los perros y gatos afectados. En Balmesvet Hospital Veterinari, contamos con un servicio especializado de Neurología y un equipo de cirugía altamente cualificado. Nuestro hospital está equipado con tecnología avanzada, incluyendo un TAC en funcionamiento continuo, lo que nos permite realizar diagnósticos rápidos y precisos en casos de urgencia.

Si notas algún síntoma que pueda estar relacionado con una hernia discal en tu perro o gato, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Llámanos al 931173173 o envíanos un correo a atencioclient@balmesvet.com.

En Balmesvet, nos comprometemos a ofrecer el mejor cuidado posible para tu mascota, porque sabemos que su salud es parte fundamental de su felicidad y bienestar.

Perros y gatos enfermos

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