Si la mudanza de casa es una de las situaciones más estresantes para las personas, imagínate para los gatos, que son animales de costumbres. El estrés que supone una mudanza para un gato es muy grande, ya que los gatos son especialmente sensibles a los cambios en su entorno debido a su carácter territorial.
Además, si los cambios son significativos, numerosos o bruscos, el nivel de estrés será crítico. Y ya sabes, relacionadas directamente con el estrés, encontramos diversas enfermedades felinas. Por este motivo, es muy importante tomar medidas para minimizar el estrés durante una mudanza. El objetivo siempre será ofrecer a nuestro gato el máximo bienestar posible.
Una mudanza con gato es posible con las pautas adecuadas. Pasemos a conocerlas divididas por fases.
Recomendaciones previas a la mudanza
En la casa que dejamos
Como muy posiblemente sabes, para los gatos las rutinas son muy importantes. Si las mantiene en el nuevo hogar, su nivel de estrés será menor. Y esto se traduce en menos posibilidades de enfermar debido al estrés.
Por ello, nuestra recomendación es que anotes los hábitos concretos de tu gato en casa: Horas de comida, momento de cepillado, sesiones de juego, etc. , para procurar, en la medida de los posible, mantenerlos en el piso nuevo.
Además, ten en cuenta que debes acondicionar una habitación con sus recursos básicos: comida y bebida, arenero, rascador, juguetes, camita y el trasportín durante los días que estemos preparando cajas. De esta manera, tu gato mantiene su espacio tranquilo y sigue con sus rutinas y horarios al margen del movimiento general.
El gato podrá refugiarse en su habitación el día de la mudanza, si lo necesita.
Asimismo, el día de la mudanza con gato recomendamos rociar con espray de feromonas sintéticas el coche, 30 minutos antes, y el transportín. Con ello, conseguiremos que el gato esté más relajado.
Consejos en la casa nueva
Con el objetivo de acondicionar la nueva casa para nuestro gato, al menos una semana antes de la mudanza debemos rociar la vivienda con espray de feromonas sintéticas felinas. Como consecuencia, éstas están en el ambiente y nuestro gato se siente más a gusto desde el primer día.
El gato durante la mudanza
Durante el trayecto en coche es muy probable que tu gato vaya dejando feromonas de alarma impregnadas en las superficies del trasportín. Esto es completamente normal y no podemos impedirlo, ya que es su reacción natural al estrés que está padeciendo.
Lo importante es, en cuanto llegues a la nueva casa, limpiar en profundidad el transportín con un desinfectante enzimático.
Llegada del gato a la casa nueva
Cuando llegue a casa, debes dejarlo en una habitación tranquila, abrirle el trasportín con cuidado y de forma silenciosa, permitiendo que salga por su propia voluntad.
Dejaremos que el gato se relaje en la habitación y que se mueva con total libertad. Si tu gato decide esconderse en una zona de la casa, o quedarse en una habitación durante más de 2 horas, entonces aprovecharemos para ir introduciendo sus recursos básicos (comida y agua, arenero, rascador, juguete y camita), para que se sienta más seguro y cómodo.
Hogar, dulce hogar gatuno
Poco a poco, el gato irá cogiendo confianza y acostumbrándose al nuevo espacio. Así, que intentad reconstruir sus hábitos y horarios para ir integrándolos en la nueva casa. Si, por ejemplo, tenéis un momento de juego diario a una hora más o menos concreta (a mediodía, a última hora de la tarde, etc), respetarlo y continuad con esta práctica. Además, lo mejor es que la llevéis a cabo con los mismo juguetes que soléis usar o que lo haga la/las persona/s que acostumbran a hacerlo.
Como ves la mudanza con gato no deja de ser un momento estresante para todos, pero con la ayuda de ciertas pautas y consejos, la situación será menos estresante y angustiosa. Ante cualquier duda o necesidad específica, siempre puedes contactar con nuestro Hospital para Gatos.
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