Los gatos suelen ser animales independientes y aventureros. Pero las personas que conviven habitualmente con estas mascotas conocen bien un detalle de su carácter que puede parecer contradictorio. Y es que, su legendaria curiosidad se limita a su entorno más próximo y los gatos son animales a los que no le gustan nada los cambios ni las novedades.
Esto se debe a que el gato es, por naturaleza, un animal cazador pero que, a su vez, puede ser cazado por otras especies mayores, lo que le genera la necesidad de tener su territorio controlado y cerciorarse de que se encuentra seguro.
Por eso, a los gatos, en general, les produce bastante estrés el hecho de enfrentarse a todo lo nuevo y este trastorno se conoce como neofobia.
¿Qué es la neofobia?
En términos clínicos la neofobia en las personas se clasifica dentro de los trastornos de ansiedad o fobias. Se caracteriza por el miedo incontrolable, irracional y desproporcionado a cualquier situación que nos resulte nueva.
Para estas personas, afrontar un cambio vital normal, como puede ser incorporarse a un nuevo trabajo o entrar en un lugar donde no habían estado nunca puede suponer una situación de enorme estrés.
Las personas que padecen neofobia necesitan establecer unas rutinas vitales muy marcadas que le permitan sentir que se mueven en un entorno controlado y que los hace sentir la seguridad que necesitan para enfrentarse al día a día.
Pues a los gatos les sucede exactamente lo mismo, solo que de una forma bastante generalizada en mayor o menor medida dependiendo de cada caso.
¿Cómo se manifiesta la neofobia en gatos?
Los gatos son animales que aprenden una serie de rutinas a lo largo de su juventud y que les generan unos hábitos constantes a lo largo de su vida.
Y, aunque, en general, la mayoría de los gatos rechaza los cambios en sus rutinas, son los gatos de interior los más propensos a sufrir episodios de neofobia.
Si tenemos un felino en casa, se acostumbrará al entorno, a sus olores, a la ubicación de los muebles, a las personas que viven o frecuentan nuestro hogar y también a la alimentación que le proporcionamos.
Si nuestro gato sufre de neofobia y esta se cronifica, puede suponer un problema importante, ya que su calidad de vida se verá bastante afectada y todo cambio le causará un gran estrés.
Las situaciones más habituales en las que nuestro gato puede presentar estrés por neofobia son:
- la incorporación de una nueva mascota en nuestro hogar, ya sea otro gato, un perro u otra especie.
- una mudanza de casa
- un cambio de alimentación
- cambio de comedero, bebedero caja o arena sanitaria
- un viaje
- la visita al veterinario
¿Qué puedo hacer para evitar la neofobia en mi gato?
Aunque los gatos son, como especie, neofóbicos por naturaleza, durante las primeras etapas de socialización de nuestra mascota podemos introducir una serie de prácticas que harán que, de adultos, acepten mejor los cambios.
Lo ideal es que, en esta etapa, nuestro gato entre en contacto con la mayor cantidad de estímulos posible, que se relacione con otros gatos, con otros animales y con otras personas, que se acostumbre a determinados ruidos etc. Aunque siempre debemos implementar estas novedades de forma paulatina y haciendo que se sienta seguro.
También es importante que tras el destete de su madre y hasta que el gato cumpla un año, se le vayan incorporando diferentes sabores, presentaciones y texturas de comida para que se acostumbre a comer de todo. Esto puede ser muy importante en el futuro si, por ejemplo, nuestro gato sufriese alguna enfermedad que requiera de una dieta específica, o tengamos darles alguna medicación por vía oral, que suelen rechazar. La neofobia en el comportamiento alimentario del gato es de las más frecuentes y puede hacer que desemboque en anorexia felina.
Una vez nuestro gato sea ya adulto, lo mejor es que, cualquier cambio que incorporemos en su ambiente, en sus hábitos o rutinas lo hagamos de manera paulatina.
El uso de feromonas para gatos puede hacer que se sientan más tranquilos en situaciones de cambios que les produzcan estrés.
Los especialistas en etología veterinaria pueden ayudar a tu gato y a las personas que conviven con él para tratar estos problemas de conducta.
Balmesvet somos hospital veterinario sin miedo
Hay una serie de pautas que puedes seguir para que tu gato vaya feliz al veterinario pero, además, nuestro hospital veterinario en Barcelona es un hospital felino sin estrés, miedo ni dolor.
El estrés que para un gato supone salir de casa y la visita al veterinario, no solo supone un momento de enorme malestar para nuestra mascota. Muchos los valores que nos devuelvan las distintas pruebas, exploraciones y analíticas que realicemos pueden verse alteradas y dificultar el diagnóstico si el gato se encuentra estresado.
Desde el año 2015, el personal de Balmesvet Veterinaris, tanto recepcionistas, veterinarios como auxiliares nos formamos de manera continuada. De este modo, nos aseguramos de que, en cualquiera de los procedimientos a los que se someta tu gato lo haga sin estrés y sin dolor.
Hospital veterinario exclusivo para gatos
Tratamos tanto a perros como a gatos, pero lo hacemos en dos hospitales veterinarios distintos. Cada uno de ellos está adaptado a las necesidades específicas de cada especie y especialmente diseñados para que se sientan confortables y así podamos minimizar el estrés. Esto lo hacemos basándonos en estudios que indican el uso de determinadas tonalidades, tanto en las instalaciones como en los uniformes de los equipos. También mediante el uso de feromonas felinas tranquilizadoras yadaptándonos al comportamiento de tu gato. En las consultas, nos tomamos el tiempo necesario en las para que se sienta a gusto y seguro.
En el caso de las instalaciones de nuestra UCI veterinaria para gatos, si tu mascota debe quedar ingresada, esta dispondrá de zonas muy amplias y casetas de distintos tamaños adecuadas a sus preferencias. Incluso pueden disponer de algún objeto o prenda familiar para que se sientan más seguros.
Además, el Centro de Educación sobre Bienestar de Animales de Compañía (CAWEC, Companion Animal Welfare Education Center) nos ha acreditado oficialmente como «hospital sin miedo».
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