Limpiar los oídos de tu perro o tu gato es una rutina de higiene a la que debemos habituarnos nosotros y también a nuestras mascotas. Si los acostumbramos desde pequeños a estos hábitos, como también cortarles las uñas, la tarea será mucho más llevadera para todos. Por supuesto, puedes premiarlos con alguna pequeña recompensa por su buen comportamiento.
La salud auditiva de tu mascota es muy importante, ya que el sentido del oído los ayuda en la comunicación y en la orientación.
Suciedad en los oídos de perros y gatos
En un proceso completamente natural, en los conductos auditivos se acumula cera y, en algunos casos, pelo que pueden obstruirlos y acabar provocando una otitis a nuestro perro o a nuestro gato. Por eso, las orejas deben estar siempre limpias.
En los oídos también puede haber bacterias o parásitos como los ácaros. Esto es muy habitual en animales callejeros.
No hay una frecuencia establecida en la que debamos limpiar los oídos de perros y gatos, aunque cada dos semanas puede ser un período óptimo para hacerlo. Debemos estar vigilantes por si nuestra mascota muestra algún signo de molestia, bien porque se rasca, o bien porque hace algún tipo de movimiento extraño con la cabeza. Es conveniente revisar de manera periódica sus orejas y, siempre que veamos algún resto de suciedad, proceder a su limpieza.
Limpiar las orejas de tu perro o gato le resultará algo molesto, pero no debe ser un procedimiento doloroso. Si ves que se encuentra más incómodo de lo habitual o si, a pesar de haber limpiado las orejas, nuestro perro o gato continúa sufriendo molestias, lo mejor es acudir a tu hospital veterinario.
Limpiar los oídos de tu perro o tu gato en tres sencillos pasos
Si tu gato o tu perro son pequeños, puedes colocarlos sobre tus rodillas. Será una postura cómoda para ambos. Si tiene un tamaño muy grande, lo ideal es que lo pongas en algún lugar un poco elevado.
Lo primero es, a través del hábito de limpieza de oídos de tu perro o gato, conseguir que este esté tranquilo, quieto y confiado.
El interior de las orejas de nuestro perro o gato debe presentar siempre un color rosado. Otro tipo de coloración podría indicar no solo abundancia de cera o suciedad, sino alguna patología.
1.- Usa limpiadores específicos para oídos de perros y gatos
No debemos usar nunca agua o suero fisiológico para limpiar las orejas de nuestro perro o gato. No solo no sirven para eliminar la cera, sino que restos de producto o humedad pueden quedar en el interior del conducto auditivo, ser perjudiciales y acabar produciéndoles una otitis.
Hay, sin embargo, productos específicos adecuados para limpiar las orejas de nuestro perro o gato, los denominados limpiadores óticos, que son inocuos para su salud y que ayudan, además a que la cera se disuelva.
2.- Distribuye bien el producto para limpiar correctamente los oídos de tu perro o de tu gato
Sujetando la cabeza de nuestro perro o gato para evitar que la sacuda, verteremos el limpiador ótico en el oído. Suelen disponer de un aplicador que permite llegar a las zonas menos accesibles. Después masajearemos con movimientos circulares para distribuir bien el producto por todo el canal auditivo.
3.- Retira la suciedad de los oídos de tu perro o tu gato
Es mejor no usar hisopos para limpiar el oído de nuestro perro o gato, ya que estos podrían empujar el cerumen todavía más adentro del conducto auditivo y también producir alguna lesión. La mejor solución es utilizar una gasa limpia que desecharemos después. Podemos enrollar la gasa en nuestro dedo para retirar bien los restos de producto y la suciedad.
Si nuestro perro tiene las orejas caídas, como sucede con los perros de razas tipo Beagle, Basset Hound, Teckel o Cocker entre otros, es posible que acumule más cera en sus oídos. Lo mismo le sucede a algunas razas de gatos, como los Sphynx.
Cuerpos extraños en las orejas de tu perro o gato
La limpieza habitual de los oídos de nuestro perro o gato pretende eliminar los restos de cera que se produce de manera natural y también de pelo del animal que se hayan podido introducir en el conducto auditivo. Estamos hablando siempre de mascotas en perfecto estado de salud sin ningún tipo de patología.
Pero, ocasionalmente, puede suceder que en las orejas de nuestro perro o nuestro gato se introduzca algún tipo de cuerpo extraño que puede causarle un problema de salud.
Si nuestro gato o nuestro perro tiene un cuerpo extraño alojado en el oído, lo manifestará sacudiendo fuertemente la cabeza o incluso inclinándola constantemente hacia el lado afectado.
Es posible que en los oídos de nuestra mascota entre un insecto que le produzca una picadura, alguna irritación o incluso una otitis. Los insectos incluso pueden llegar a ser habitantes patológicos en el interior de los oídos de nuestras mascotas, es el caso de los ácaros, especialmente en los gatos.
Un tema especialmente grave en perros y que suele llegar a los servicios de urgencias veterinarias son las espigas.
Nuevamente, los perros de orejas más largas y caídas tienen una mayor predisposición a sufrir este problema.
Muchas veces las espigas son muy pequeñas, y se quedan dentro del conducto auditivo sin que el propietario pueda detectarlas. Otras veces se ven claramente. Si no somos capaces de extraer la espiga directamente con los dedos ya que esta está a un nivel muy, muy superficial, lo mejor es acudir inmediatamente al veterinario.